viernes, 22 de abril de 2011

¿Gestión o Digestión?

Todo comenzó en verano de 2008, mientras estábamos tomando el sol en la tumbona leíamos en los diarios lo que se empezaba a mover desde EEUU con las famosas hipotecas subprime. Casi tres años han pasado y aún sigo percibiendo que la mayoría de los empresarios basan su estrategia para salir de esta en los recortes presupuestarios; una pasadita de tijera por los servicios subcontratados, unos cuantos despidos, nada de marketing, cero de formación, conciencia ecológica (reutilizar papel, no imprimir al tuntun...). Y me pregunto; ¿es esto gestión o digestión? Quien piense que mediante el método de la tijera se va a salvar de esta está bien confundido. Para salir de esta crisis es necesario jugar a los recortables, pero no es suficiente. Quien piense, del otro lado, que con la imaginación y esfuerzo se va a librar, también está un pelín desencaminado. A mi modo de ver, no es ni una ni la otra sino ambas las formas para poder avanzar. La primera opción, no sirve porque es limitada en el tiempo, llega un momento tope en el que apretarse el cinturón ya no es posible, ya no hay dónde ajustar. La segunda, sin tijeras tampoco, es necesario eliminar lo superfluo  y lo innecesario. Así las cosas, efectivamente es necesario destruir, entre otras cosas, destruir empleo. Puede sonar muy fuerte, pero a lo que me refiero es a una destrucción creadora. Debemos dejar de poner la mirada en cómo mantener y crear empleo en la industria manufacturera, la que conocemos de toda la vida, aquella en la que el trabajo consiste en ir a una fábrica a producir bienes (de equipo, de consumo, etc.) o en acudir al tajo para construir (carreteras, edificios, etc.). Tenemos que transformarnos y buscar dar respuesta a nuevas necesidades o necesidades aún no cubiertas. No tiene sentido empeñarnos en fabricar más y más coches, en construir más y más edificios, etc. Quien construía deberá pensar en qué servicios ofrecer para mantener, rehabilitar, actualizar lo que construyó, por ejemplo y eso supone una transformación que requiere destrucción. Quien fabricaba elementos para la construcción deberá pensar en fabricar otros elementos que conlleven avances tecnológicos que hagan que nuestra vida sea más confortable, la construcción más segura y, sobre todo, más sostenible. Esto supone también una destrucción para construir algo nuevo.TRANSFORMACION. Del trabajo manual al trabajo del conocimiento. Hace tiempo que se anunciaba, ahora nos toca hacerlo, a pesar de que no sabemos muy bien cómo debemos lanzarnos al cambio con positividad. 
Seamos protagonistas de esta nueva revolución, de este cambio que será trascendental.
Lideremos, gestionemos y no nos conformemos con digerir lo que nos va llegando.
¿A qué te apuntas?

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